miércoles, 4 de junio de 2008

Catorce... ¿Por qué catorce?

Puedes tatuarte un dragón en toda la espalda, una mariposa en el tobillo o un tribal en el hombro, que nadie te preguntará el porqué. Suponen desde un primer momento que lo haces porque te gusta o porque queda bonito, y ahí se queda la cosa y no tienes que darle explicaciones a nadie. Pero cuando decides hacerte un tatuaje con un significado exclusivamente personal, sale a relucir la curiosidad de todo aquel que lo ve, y son precisamente con esos tatuajes cuando no quieres dar ningún tipo de explicación de su porqué. A la hora que alguien formula la pregunta resulta hasta molesto, ya que sabes que por mucho que intentes explicar, nunca comprenderán su significado.

Generalmente eso me pasa cada día, un par de veces a lo sumo, pero a lo largo del día de hoy he experimentado esa sensación alrededor de seis veces.
Catorce... ¿por qué catorce?


Pues porque el catorce soy yo, somos nosotros y es toda mi vida. Y no necesito que nadie más entienda eso.