jueves, 1 de mayo de 2008

Volver

El aliento de la mañana atraviesa su piel, haciendo que eche de menos la cálida brisa del verano. Camina distraída, contemplando las hendiduras de sus huellas sobre la tierra mojada. Tal vez llegue tarde a su destino o, quizás, no llegue nunca.


Se adentra en la oscuridad del bosque, caminando sobre su paisaje cubierto de humedad. La luz del sol se abre paso entre las ramas de los árboles, iluminando aquel lugar que se había convertido en su refugio en los últimos meses.


Tumbada en aquel banco, contempla el cielo. Las nubes se fusionan con el sol, dando lugar a una lucha continua entre la luz y las sombras. Se sentía en paz, lejos del tic-tac del reloj, liberada del intenso abrazo del tiempo...








Pero siempre en estado de espera

4 comentarios:

Kux dijo...

Y qué es lo que esperas en ese estado de espera?

Yo sí que echaré de menos el verano, después de pasar este... esperemos que esté a la altura de las expectativas...

Trunks dijo...

a espera é unha parte de nós, desde k nos levantamos ata k nos acostamos está con nós, e non podemos desfacernos dela. pero tamén é verdade que as esperas chegan ao seu fin, recordándonos que todo ese tempo valeu a pena :)


un biko rapariga!

Trunks dijo...

p.d: Kaito dí ke lle devolvas a súa gorra, ke como non ya dés nun plazo de 24 horas, vaise vingar XDXDXD

Anónimo dijo...

cogemeeee
hija de satanás!!!



no te saldrás con la tuyaaaa ¬¬




xD