viernes, 10 de octubre de 2008

Cambios

Cuando algo cambia, queremos que ese cambio no afecte al resto para que todo lo demás no se vaya a la mierda, pero contra más te esfuerces en sobrellevarlo todo con normalidad, peor. Pura ley de Murphy, y ya lo dijo él: Cualquier solución entraña nuevos problemas.

Quizás forzar una normalidad que de momento no está, resulte agobiante. Quizás intentar resolverlo, lo complique más. Es como caminar en una cinta transportadora a una velocidad equivalente a la de la cinta: te esfuerzas para intentar avanzar, pero sigues estando en el mismo sitio, y llega un momento que lo intentas tanto que la cinta aumenta su velocidad y te quedas más atrás de donde estabas.

Tememos demasiado a que un cambio llegue a cambiarlo todo, pero tememos con razón. Una sola variación en el día a día que estabas acostumbrado, y se produce un efecto mariposa acojonante, y lo único que pretendemos es que eso no ocurra (y en vano).
La otra alternativa a intentar solucionarlo es dejar pasar el tiempo, y eso nos asusta todavía más. Lo malo que tiene ese tiempo es la incertidumbre, el no saber qué pasará, en que si irá a peor o las cosas volverán a su cauce. Pero a veces es la mejor opción.
Si forzarte a seguir resulta incómodo y agobiante (por no hablar de los escasos [o nulos] resultados, y que nunca son buenos), lo contrario sería cesar y, por lo tanto, lo incómodo desaparecería junto con lo agobiante, y tal vez comience algún que otro resultado.

Pero ahí vuelve a salir el miedo a la incertidumbre, al qué pasará si no lo intento. Y es un puto círculo vicioso que, tomes la decisión que tomes, seguirá ahí.

Y ya me da igual, me la sudan los cambios, los efectos mariposa y los círculos viciosos. Me rindo ante el cambio, ha ganado. Lo he intentado mil veces y no hacen más que torcerse las cosas. Ahora lo único que puedo hacer es dejarlo, dejar que lo que sea que tenga que cambiar, que cambie por sí solo, sin presiones. Y si algo tiene que volver a su pequeña normalidad, que se tome el tiempo que le haga falta, que se acerque cuando quiera, que aquí estaré.







Moraleja: lo único que sale después de pasarte más de dos horas copiando apuntes de Filosofía, es algo que no entiendes ni tú.




PD: si un cambio cambia... vuelve al principio?




ya no me acuerdo de ná, que todo era de colores.
¿Dónde estarán los besos? - se los han quedao las flores.
Salir, beber, el rollo de siempre,
meterme mil rayas, hablar con la gente,
llegar a la cama y joder, que guarrada sin ti,
y al día siguiente..
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca nada vuelve al principio...